Mandarina (Citrus reticulata)

La Mandarina es el fruto del mandarino. Pertenece al grupo de frutos llamados hesperidios y su pulpa está formada por un considerable número de gajos llenos de jugo; el cual contiene mucha vitamina C, flavonoides y aceites esenciales.
La mandarina es el cítrico más parecido a la naranja, aunque de menor tamaño, sabor más aromático y mayor facilidad para quitar su piel. Por eso se considera una de las frutas más apreciadas.
Origen.
La mandarina proviene de las zonas tropicales de Asia. Se cree que su nombre se debe al color de los trajes que utilizaban los mandarines, gobernantes de la antigua China. Se puede afirmar que es una fruta originaria de China e Indochina. Su cultivo se introdujo en Europa en el siglo XIX. En la actualidad, los países productores son: Argelia, España, Israel y Japón. En la Comunidad Valenciana se produce el 90% de la mandarina de España.
Variedades.
En España, las mandarinas se clasifican en cuatro grandes grupos: Clementinas (Citrus reticulata, var. Clementina), Clemenvillas, Híbridos y Satsumas (Citrus unshiu). En Bolivia se encuentra la mandarina Reina, que actualmente se exporta a la Argentina.
Clementinas. Son de color naranja intenso, de forma esférica aplanada y lo común es que carezcan de semillas. Se consideran un cruce entre la mandarina y una naranja silvestre de Argelia. Se pelan con facilidad y tienen muy buen sabor.
Destacan variedades como:
Clementina Fina, un fruto de extraordinaria calidad de tamaño pequeño o medio, con un peso entre 50 y 70 gramos. Recolección: entre noviembre y enero.
Oroval, tienen forma redondeada y un peso que oscila entre los 70 y 90 gramos. La corteza es granulosa y fácil de pelar. Recolección: de noviembre a diciembre (no es recomendable su conservación en el árbol ya que pierde zumo y tiende a hincharse).
Clemenules, tienen el fruto de tamaño grande (80-100 gramos) con forma algo achatada. Su pulpa resulta jugosa, fácil de pelar y carece prácticamente de semillas. Recolección: de noviembre a enero.
Otras variedades muy similares a las anteriores y sin semillas son la Clemenpols, Oronules y Esbal.
Clemenvillas. Son de tamaño más grande que las anteriores, de corteza naranja rojiza y con mucho zumo.
Híbridos. Son frutos de buen tamaño y color naranja rojizo muy atractivo. La pulpa posee gran cantidad de zumo y es abundante en azúcares y ácidos orgánicos. La corteza está muy adherida a la pulpa. Destacan las siguientes variedades:
Fortune, de tamaño pequeño, color naranja intenso y corteza fina. Recolección: en febrero (el fruto puede permanecer en el árbol hasta abril). Es una variedad interesante para zonas tardías con poco riego y heladas fuertes.
Ellendale, son frutos grandes, con corteza ligeramente rugosa y fácil de pelar. Recolección: a partir de febrero (pierde zumo si se conserva mucho tiempo en el árbol).
Ortanique, son mandarinas de tamaño medio a grande, ligeramente achatadas y con una corteza rugosa que se adhiere a la pulpa y dificulta su pelado. Recolección: a finales de enero o principios de febrero (se puede mantener bien en el árbol).
Satsuma. Es originaria de Japón y presenta un exquisito aroma. Sus árboles son los últimos en florecer y sin embargo son los primeros que se recolectan. Las frutas son de color amarillo naranja o naranja asalmonado, de buen tamaño, forma achatada y con propensión a hincharse cuando la corteza inicia el cambio de color. La corteza es gruesa y rugosa y la pulpa de menor calidad gustativa. Recolección: puede comenzar a mediados de septiembre. Destacan las siguientes variedades:
Okitsu, de buena calidad gustativa. Muy precoz, en algunas zonas comienza su recolección en septiembre. Tolera muy bien el transporte y almacenamiento.
Owari, fruto de tamaño medio a pequeño, color naranja claro, forma aplanada y con mucho zumo.
Clausellina, fruto de baja calidad y cuya recolección suele comenzar a mediados de septiembre. Fuente.Fin

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